Sí, al fin soy feliz. De verdad que nunca me había sentido tan bien. Se podría decir que me he quitado un peso de encima, me he quitado esa rabia, ese dolor que me reconcomía por dentro, esa angustia... Ya no me queda nada, ya se me quitaron hasta las ganas de verte. No sé si me arrepentiré de esto, pero ahora mismo lo que siento es indiferencia, y sinceramente podría haber sobrevivido sin nuestra historia. Pero de todo lo malo siempre hay algo bueno y puedo estar orgullosa de que gracias a ti he conocido a gente maravillosa.
Da gusto decirlo: YA NO TE QUIERO.
"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos".
