¡Espabila!
Si te soy sincera no estoy agusto pensando que no hay nada cuando debería haberlo todo, creyendo que me quieres sin un hecho que lo demuestre, sabiendo que no haces nada, no mueves ni un dedo por lo nuestro. Haz lo que quieras, no te voy a obligar a nada, pero recuerda que algún día, cuando tú vengas a mi, yo ya me habré ido. Pero mientras tanto, te quiero.