4.10.11

Somos tan ingenuos como siempre, seguimos creyéndonos las palabras de los demás antes que las propias, continuamos haciéndonos daño como de costumbre, comenzamos a querernos como si fuera esto un matrimonio; que discutir es el día a día y en mi la tristeza abunda. Y yo no quiero eso, pero es lo único que hay, que las parejas están compuestas de dos y siempre sobra la típica zorra. Que en ella todo lo ves bien y yo estoy harta de decirte que: siempre tuya, siempre mío, siempre nuestros.
Y que si me vas a dejar que sea sin habla y si quieres robar, robame un beso, para que se me caiga la baba y no pueda articular palabra.
Creo que ya está todo dicho y lo único que necesitamos es...¡Dímelo tú!
PD: Te seguiré queriendo, como de costumbre...