Y mira que hacemos locuras por las personas a las que queremos... les entregamos nuestra vida y si tuviéramos otra, también se la entregaríamos. Es ley de vida, damos más cuando nos dan menos. Somos capaces de soportar tantas mentiras y desilusionarnos miles de veces por esa persona a la que amamos, que no nos damos cuenta de que solo aquella persona que te saca sonrisas en vez de lágrimas es la que se dará cuenta de lo que valemos en realidad. 
Por lo tanto, no llores: sonríe, no te rindas: lucha; porque siempre habrá alguien dispuesto a hacerlo por ti.
 

