Y te hartarás de mentiras y falsedades, pero te acostumbrarás a sufrir y llorar.
11.3.12
Lo esencial es invisible a los ojos.
Cuando te das cuenta de que a él ya no le importas, que ha olvidado de la noche a la mañana aquellos momentos que vivisteis intensamente. Que ya no está, que da igual donde mires, no le verás, porque se ha ido y está viviendo su vida como tú deberías estar haciendo, pero no, tú sigues y sigues empeñada en una posible segunda oportunidad que nunca tendrás. Y es mejor aceptarlo y no darle vueltas, no merece la pena aquello que prometió estar siempre y ya no está.
